"La gravedad profunda de la muerte
era, para tu sangre, vencimiento,
para tu juventud, desasimiento
de hacer arquitectura el polvo inerte.
Vino luego el dolor de recogerte
en tierra que cumplió tu mandamiento.
¡Tu voz, que dio contorno al sentimiento,
se dobla ante el mandato de la suerte!
Pero España clamó, desarbolada,
por convertir en fuerza su impotencia
y unir el pensamiento con la espada.
Y por hacer más corto su camino,
cambiaste por la gloria la existencia
y Dios elevó a norma tu destino."
PEDRO LAÍN ENTRALGO
(De Corona de Sonetos en Honor...)